Un jardín exclusivo y elegante
Se trata de un jardín de un tamaño no muy grande que en casi en su totalidad se ve desde la vivienda. La idea era dar forma a un espacio que se mantuviera bonito en todas las épocas del año visto desde dentro de la casa. Contábamos con el hándicap de que no iba a poder utilizarse mucho en invierno por no tener partes cubiertas, pero para compensarlo se reservó un espacio resguardado pero no cerrado que permitiera usarlo cuando hiciera algo de frío, pero no demasiado. También se presentaba el problema de tener que preservar en el diseño 2 árboles caducos con un emplazamiento bastante complicado. Entre las prioridades de la propietaria figuraban el bajo consumo de agua y un mantenimiento lo más reducido posible.
Se utilizó una piedra natural con una veta roja muy estética combinada con tiras de césped artificial dispuestas en las zonas de los mencionados árboles, y el conjunto se engalanó con mucho elemento decorativo que respondiera a los gustos de la clienta, que aunque nos ofreció mucha libertad creativa, sí quería que el jardín denotase elegancia, una cualidad intrínseca a su propios gustos. También se nos pidió que el jardín pareciera un espacio interior que estuviera siempre abierto, y por eso incluye elementos escultóricos, marcos vegetales, espejos envejecidos…
¿El resultado? Un jardín muy utilizable y a la vez muy exclusivo, al que se ha conseguido dotar de una aparente amplitud visual pese a su reducido tamaño, en el que se han utilizado especies no muy singulares como la photinia y algunos cipreses, junto a otros elementos no tan comunes, como un banco de piedra hecho a medida y diseñado por nuestro estudio, que incorpora una hornacina.