Una remodelación que conserva el alma inicial
Se trata de un jardín que diseñamos hace ya veinte años y, pasado este tiempo, la persona propietaria volvió a contactar con nosotros para hacer un restyling, una actualización del espacio que pemitiera al mismo tiempo conservar el aire del diseño inicial.
Deseaba mantener la esencia y el potencial del diseño originario Fernando Pozuelo, en el cual destacaba una gran y maravillosa mimosa con un amplio diámetro de copa. Se trata de un jardín de unos cien metros cuadrados, abrigado e íntimo, ya que, aunque se encuentra en una urbanización que tiene vecinos arriba, ha quedado perfectamente oculto tanto por la mimosa como por la sombra que genera una pequeña pérgola de una zona estancial. El jardín tiene forma rectangular y está ambientado con palmeras y otras plantas exóticas. En la zona estancial bajo la pérgola se sitúan unos sillones que hemos retapizado con tejido náutico en color nácar. La limpieza y finura del tejido contrasta con la naturalidad de un pavimento de madera y de unos troncos que sirven también a modo de asientos.
Delante hay una zona de césped que sirve como área de reunión, para tomar un cóctel con amigos e incluso a modo de espacio de juegos para los niños. Al otro lado del césped tenemos la gran mimosa, en la cual se ha suspendido un asiento mecedora que le da ese aire bucólico y romántico que permite la lectura o, sencillamente, columpiarse. Además se han colgado algunos faroles que generan calidez por la noche mientras que unos proyectores y balizas de luz ambientan el conjunto al ocaso.
En conclusión, hemos redecorado un espacio actualizando sus componentes y manteniendo el espíritu inicial que tanto gustó a la propiedad y por lo cual ha vuelto a contar con nosotros después de tantos años.
suelo madera